Bambi: Entre la belleza del bosque, la inocencia y la pérdida

Bambi es un clásico visualmente deslumbrante, pero con un protagonista que carece de carisma y una música que no logra elevar la experiencia.

Clásico número 5

Estrenada en agosto de 1942, Bambi es una de las películas más icónicas de Walt Disney, conocida por su crudo retrato del ciclo de la vida en la naturaleza. Basada en la novela de Felix Salten, Bambi: A Life in the Woods, la película sigue a un joven ciervo mientras crece en un bosque lleno de belleza, desafíos y tragedias inevitables.

Durante su estreno, Bambi sorprendió por su realismo visual y emocional, un enfoque que contrastaba con las fantasías más coloridas de Disney. Las animaciones de los animales se basaron en estudios exhaustivos de movimientos reales, y los paisajes del bosque fueron diseñados para parecer obras de arte vivas. Sin embargo, su éxito inicial fue moderado debido a la sensibilidad de la audiencia ante la icónica escena de la muerte de la madre de Bambi, una de las más traumáticas del cine infantil.

Curiosamente, este clásico sigue generando confusiones en torno a quién muere durante la cacería: mientras que muchos creen erróneamente que es el padre de Bambi, la narrativa impactante gira en torno a la pérdida de su madre, un error que parece compartido por generaciones de espectadores.

Volver a ver Bambi después de años puede ser una experiencia reveladora, pero también desconcertante. Bambi como personaje principal carece de carisma: es un protagonista pasivo, que parece más un testigo del mundo que un actor en su propia historia. Esta falta de profundidad hace que, en algunos momentos, la narrativa pierda ritmo y resulte monótona.

Sin embargo, Tambor, su alegre y travieso amigo conejo, se roba cada escena. Su energía y encanto añaden un respiro a la melancolía predominante y aportan la calidez que el filme necesita para conectar emocionalmente con el espectador.

Otro punto débil es la banda sonora, prácticamente inexistente en términos memorables. A diferencia de otras películas clásicas de Disney, aquí la música se limita a un rol funcional, sin ofrecer canciones icónicas que enriquezcan la experiencia.

En términos visuales, Bambi sigue siendo una obra maestra. Los escenarios y la animación son impresionantes, logrando transmitir la belleza y el peligro inherentes al mundo natural. Sin embargo, su apuesta por un realismo emocional y narrativo deja al público con un sabor agridulce: admiración por su audacia artística, pero una desconexión con su desarrollo dramático.

Puntuación: 5,5/10

(Puntuación basada en: argumentación, personajes, banda sonora y animación).

Por supuesto, esta es solo mi opinión personal, y entiendo que para muchas personas esta película pueda tener un valor especial, ya sea por nostalgia o por su importancia histórica. Estaré encantada de leer otras perspectivas y debatir sobre ellas en mis redes sociales. ¡Siempre es interesante ver cómo una misma obra puede generar opiniones tan variadas!



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