Spoiler: no te gustan los castillos, ni los disfraces, ni las canciones empalagosas. Pero vas a salir del parque con una sonrisa tonta en la cara.
Vale, admítelo: no te emocionas con Mickey, no cantas “Let it go” en la ducha y no has llorado viendo El Rey León. Y sin embargo, quieres pasar un día inolvidable en Disneyland Paris.
Aquí te cuento cómo disfrutar del parque aunque no seas un fanático de Disney, y por qué deberías darle una oportunidad si estás a punto de acompañar a alguien… contra tu voluntad.
Empieza en el parque Walt Disney Studios: cine, acción y menos ñoñerías
Si lo tuyo son los efectos especiales, el cine y la adrenalina, tu parque es el Walt Disney Studios Park. Mucho más sobrio, menos “cuento de hadas” y con atracciones que rozan lo cinemático.
- Ratatouille te mete en la cocina de París desde el punto de vista de una rata (sí, pero está muy bien hecha).
- Avengers Campus: aunque no seas marvelita, las atracciones son espectaculares. La de Spider-Man es divertida incluso sin saber quién es el villano.
- Tower of Terror: terror vintage y caída libre. Sin princesas. Solo gritos.
Comer bien en Disneyland Paris sin dejar medio sueldo
Olvídate del menú infantil de nuggets. Puedes comer bien, y casi como un adulto normal, si sabes dónde mirar:
- En Bistrot Chez Rémy (Studios) comes como en París, con vino incluido (sí, hay alcohol en Disneyland).
- En el parque principal, Captain Jack’s te transporta a un restaurante pirata con ambientación brutal y comida decente (y oscura, ideal para descansar).
- O píllate un buen bocata y siéntate en una esquina tranquila a observar el caos ajeno. También tiene su encanto.
Bonus: Sí, puedes tomarte una copa de vino o una cerveza sin sentir que estás en una guardería gigante.
Espectáculos que valen más que muchas pelis
Aunque no seas fan de los personajes, los shows de Disneyland Paris están muy bien hechos. Casi como un musical de Broadway pero a cielo abierto.
- El espectáculo nocturno: fuegos artificiales, proyecciones, música. Es mágico, aunque no te emocione Elsa.
- El Rey León y los Ritmos de la Tierra: ritmo, acrobacias y energía brutal, aunque no recuerdes a Mufasa.
Consejo: No te pierdas los mejores espectáculos de Disneyland Paris aunque no seas fan de Disney.
Ratos de paz: sí, hay sitios donde respirar
¿Te agobia el gentío? Hay oasis de calma si sabes dónde mirar:
- La zona de Frontierland, con su rollo del Oeste, es mucho más tranquila que Fantasyland.
- El hotel Disneyland Hotel (aunque no te alojes) tiene espacios comunes ideales para tomar algo tranquilo y escapar del bullicio.
- En los alrededores del parque, Disney Village es más relajado y con opciones menos temáticas.
Extra: Llévate auriculares. Un paseo con música tuya puede cambiar la experiencia.
¿Y el merch? Hay vida más allá de las orejas de Mickey
No todo es glitter y princesas. En las tiendas encuentras joyas raras si rebuscas:
- Productos de Star Wars, Marvel, Pixar, ropa vintage, accesorios estilo “adulto fan sin disfraces”.
- Merch de villanos, que suele ser más original (y menos adorable).
- Tienda de LEGO Disney, ideal para regalar sin caer en lo cursi.
En resumen: ¿merece la pena Disneyland Paris si no eres fan?
SÍ. Si vas con la mente abierta, sin prejuicios y con un poco de espíritu explorador, Disneyland Paris tiene mucho más que ofrecer que nostalgia infantil.
Y quién sabe... igual vuelves tarareando “Hakuna Matata”.
Si te ha gustado este post te recomiendo leer la guía de como actuar los días de mucha afluencia.
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