Mucho antes de que Disney lo convirtiera en una historia de amor animada, La Bella y la Bestia fue un cuento oscuro, complejo y con raíces en una historia real. Hoy te contamos cómo evolucionó desde la literatura francesa del siglo XVIII hasta la gran pantalla… y cómo una enfermedad rara en el siglo XVI podría haber sido su mayor inspiración.
Introducción: El cuento no era tan bonito como pensabas
Cuando piensas en La Bella y la Bestia, seguro imaginas una rosa mágica, objetos encantados y una joven lectora que transforma a una bestia con su amor. Pero lo que Disney no te contó es que esta historia tiene raíces mucho más oscuras y profundas: un cuento original lleno de simbolismo y crítica social, y una posible historia real de marginación y ternura en la Europa del Renacimiento.
Prepárate para un viaje fascinante entre la realidad, la literatura y el cine.
El cuento original: dos versiones, dos visiones
1. Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve (1740): el cuento para adultos
La primera versión literaria de La Belle et la Bête fue escrita por Villeneuve en 1740. Y no, no se parece nada a Disney:
- La protagonista, conocida solo como la Belle, es en realidad hija de un rey, pero fue criada como comerciante por motivos mágicos y políticos.
- La Bestia es un príncipe maldito por una hada poderosa, no por su arrogancia, sino como parte de una guerra entre seres mágicos.
- El cuento incluye largas subtramas, visiones oníricas, personajes secundarios mágicos y reflexiones sobre la posición de la mujer.
No era una historia romántica, sino una obra compleja sobre identidad, destino, poder y percepción.
2. Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (1756): el cuento moral para niñas
Beaumont toma el cuento de Villeneuve y lo resume para hacerlo pedagógico. Su versión es la base de lo que más tarde llegaría a Disney:
- La protagonista sigue siendo la Belle, pero aquí es hija de un comerciante rico arruinado.
- El padre roba una rosa del jardín de la Bestia, quien exige a cambio que le entregue a una de sus hijas.
- Belle se ofrece voluntariamente y vive en el castillo, donde la Bestia le pide cada noche que se case con él.
- Ella lo rechaza hasta que reconoce su bondad y acepta, momento en que la maldición se rompe.
Esta versión está cargada de lecciones morales: humildad, obediencia, sacrificio, y la importancia de ver más allá de las apariencias físicas.
A pesar de ser la versión más parecida a la de Disney no hay hechicera vengativa, ni objetos animados, ni un villano llamado Gastón.
La historia real: Pedro González, el hombre “Bestia” del Renacimiento
La parte más sorprendente de esta historia es que pudo estar inspirada en hechos reales. Conoce a Pedro González, también llamado Petrus Gonsalvus.
¿Quién fue Pedro González?
- Nació en Tenerife en 1537 con hipertricosis congénita, una rara condición que provoca crecimiento excesivo de vello por todo el cuerpo.
- A los 10 años fue llevado como un “regalo” a la corte de Enrique II de Francia, donde fue educado como noble.
- Aunque fue bien tratado, siempre fue visto como una “bestia civilizada” por su aspecto.
- Se casó con una joven llamada Catherine, en lo que algunos consideran un matrimonio arreglado pero duradero. Tuvieron varios hijos.
- Su historia circuló por Europa como una curiosidad fascinante, y sus retratos fueron populares en la corte y entre estudiosos.
¿Inspiración directa? No hay pruebas definitivas, pero los paralelismos son evidentes:
- Hombre cubierto de pelo.
- Educado como un caballero.
- Historia de amor con una joven bella.
- Aceptación más allá de la apariencia.
Disney: La versión mágica y moderna
En 1991, Disney llevó La Bella y la Bestia al cine… pero reinterpretó por completo el cuento.
Cambios más importantes:
Disney toma la estructura base de Beaumont, pero le da un giro completo:
- Transforma a Belle en una heroína moderna e intelectual.
- Añade humor, música y un villano claro (Gastón).
- Da a la Bestia un arco de redención emocional, no solo un castigo.
¿Cuál versión tiene más “verdad”?
Cada versión refleja su época:
- Villeneuve critica la opresión social y explora el poder femenino desde lo simbólico.
- Beaumont inculca valores cristianos y patriarcales: obediencia, humildad, sacrificio.
- Disney apuesta por el amor libre, el empoderamiento y el derecho a elegir.
Y en el fondo, Pedro González representa lo más humano del mito: ser visto como monstruo por el exterior, pero ser profundamente humano en el interior.
Conclusión: un cuento con muchas capas
La Bella y la Bestia no es solo un cuento bonito. Es una historia con múltiples capas: realidad, mito, moral y fantasía. Ha sido reescrita una y otra vez para adaptarse a su tiempo, y sigue viva porque toca un tema eterno:
¿Qué es lo que realmente nos hace humanos? ¿La apariencia o el alma?
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