Disneyland Paris ha anunciado una nueva subida de precios en sus pases anuales, efectiva a partir del 12 de febrero de 2026, que confirma una tendencia ya demasiado familiar: pagar más por recibir cada vez menos.
Una gama que “evoluciona”… hacia arriba en el precio
Y aunque visualmente todo brilla, conviene mirar la letra pequeña para entender qué está pagando realmente el visitante.
Bronze One: la “novedad” que no aporta nada
El pase “nuevo”, Bronze One, cuesta 289 euros para adultos y 223 para niños. Suena bien si no fuera porque:
- Solo ofrece 170 días de acceso al año.
- Cada visita permite entrar a un solo parque.
- Una vez entras en ese parque, olvídate del otro, por mucho que lo tengas a diez metros.
- Y lo mejor: solo puedes reservar el “primer día consecutivo” después de entrar físicamente al parque.
Una mecánica enrevesada que nadie pidió y que complica lo que antes era sencillo.
Llamarlo “novedad” es generoso. No existía porque no hacía falta.
Bronze Max: más días… pero también más precio
La versión superior, Bronze Max, ofrece 210 días y acceso a dos parques por visita, lo cual ya debería ser lo mínimo para cualquiera que pague un pase anual.
Precio: 399 euros adultos, 300 euros niños (antes 289€ adultos y 223€ los niños).
La diferencia entre Bronze One y Bronze Max existe, pero el valor añadido real sigue siendo escaso, más allá del simple acceso.
Silver: el antiguo intermedio que ahora casi toca al escalón premium
El pase Silver sube a 569 euros adultos y 426 euros niños (antes 499€ los adultos y 378€ los niños), con 300 días de acceso y entrada a los dos parques.
Gold: el único pase completo… pero a precio de declaración de renta
- 365 días.
- acceso a los dos parques.
- parking gratuito.
- PhotoPass incluido.
- 15% de descuento en tiendas y restaurantes.
- Extra Magic Time.
Es, simplemente, lo que antes era normal en un pase de gama alta, pero ahora con un precio que roza el lujo aspiracional.
El eterno tema del parking gratuito
Todos los pases incluyen parking. Buen detalle, sí.
Pero seamos sinceros: beneficia sobre todo a los franceses, que son quienes normalmente van en coche. Para el visitante internacional, que llega en tren, avión o tren, es un “beneficio” que no aporta gran cosa.
Un detalle simbólico más que una ventaja real.
Reservas limitadas y disponibilidad incierta
Todos los pases mantienen la regla: máximo tres reservas activas.
Y Disney recuerda suavemente que:
- los pases se venden en cantidad limitada.
- la disponibilidad puede variar.
- y que el acceso siempre está sujeto a capacidad del parque.
Es decir: puedes pagar tu pase… y aun así no poder entrar en ciertas fechas.
Un sistema cada vez más complejo
Lo que debería ser un producto fácil de entender se ha convertido en una tabla de Excel:
- Dos pases Bronze que casi se pisan entre sí.
- Un pase Silver que sube de precio sin subir ventajas.
- Un Gold que es el único completo, con ventajas mediocres y muy lejos del bolsillo medio.
La gama parece más pensada para segmentar al detalle que para facilitar la vida del visitante.
La pregunta inevitable
Con subidas continuas, ventajas cada vez más limitadas y reglas cada vez más complejas, la sensación general es clara:
¿A quién quiere Disney fidelizar con estos nuevos precios?
Lo que hace unos años era un pase pensado para visitarlo varias veces al año y disfrutarlo con libertad, ahora parece un producto premium diseñado para un visitante muy concreto y muy fiel, dispuesto a pagar más por menos.
Y eso, en un parque que está a punto de vivir su mayor expansión, resulta difícil de justificar.
Si te ha gustado este post, te recomiendo leer todo sobre World of Frozen, cuya apertura se espera el próximo 29 de marzo de 2026.
Todas las imágenes son cedidas por el programa de embajadores oficial de Disneyland Paris, Insidears, al cual nosotros pertenecemos. La imagen de portada es una adaptación hecha por nosotros y la ultima es totalmente de El Corazón de la Magia.

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